Escribir es para idiotas.
Jodidos locos enamorados de la tinta de un bolígrafo,
y de un viejo libro,
que leer cada noche, acompañado,
del olor de un cuadro, recién pintado.
Apoyado en una ventana,
y qué preciosa vista la de aquella ventana...
Miraba a un cielo de estrellas,
que solo yo contemplaba.
Y eso llegaba.
Jodidos locos.
Majaderos.
Aún con rastros de tinta,
en sus cálidos dedos.
Escribir es para idiotas,
pero seguiré siendo una idiota toda mi vida.
-Demasié
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